Descubren un anticuerpo capaz de neutralizar el virus del dengue


Un equipo de científicos del Imperial College London ha descubierto una nueva clase de anticuerpos capaces de neutralizar las cuatro formas en las que se manifiesta el virus del dengue, según publica la revista británica "Nature Immunology".
Este nuevo tipo de anticuerpos descubierto en humanos, que también neutraliza el estado inicial del virus presente en los mosquitos, podría conducir al desarrollo de vacunas y tratamientos efectivos para combatir la enfermedad.
El dengue es un virus que se transmite por la picadura de los mosquitos de la familia "aedes" y contagia a alrededor de 400 millones de personas cada año, en especial en las zonas tropicales y subtropicales del planeta.
Uno de los principales problemas que presenta el virus es que existen cuatro tipos de dengue y el hecho de haber padecido uno de ellos no inmuniza del resto.
En el informe, el equipo de investigadores señala que la expansión geográfica del dengue va en aumento, ya que se ha registrado un mayor número de casos en Latinoamérica y Australia, y podría extenderse al sur de Europa.
El director de la investigación, el profesor del Imperial College Gavin Screaton, dijo en una teleconferencia con la prensa que llevan más de diez años de estudio del virus y destacó, a preguntas de Efe, que no cree que el dengue pueda controlarse hasta que no se desarrolle una vacuna.
Screaton puntualizó que el desarrollo de una vacuna podría llevar una cantidad de tiempo "considerable", porque primero habría que producirla y probarla en modelos no humanos.
En relación con la penetración del virus en Latinoamérica, Screaton afirmó que, a pesar de que "ha habido países que han realizado buenas prácticas", éstas no han evitado algunos brotes severos.
Por ello, respecto a las medidas para prevenir el contagio a gran escala, Screaton destacó algunas como "informar a la población sobre buenas prácticas, limpiar y no almacenar basuras en las ciudades o en áreas propicias para que el mosquito se desarrolle, usar insecticidas".
Para el estudio, el equipo de científicos analizó 145 muestras de anticuerpos de pacientes que habían estado infectados por el virus y desarrollaron un cuadro inmunológico.
De esta forma, encontraron un buen número de anticuerpos que son muy efectivos neutralizando el virus.
El descubrimiento abre la puerta al desarrollo de una futura vacuna universal contra el dengue, si bien los investigadores matizan que todavía es necesario entender la respuesta inmunológica humana a los contagios naturales y ver cuál es su respuesta a la vacunación posterior.
El dengue provoca fiebres altas, dolor de cabeza, vómitos y erupciones en la piel, y puede ser mortal en su modalidad hemorrágica.

Los colombianos detrás de la primera vacuna contra el dengue


En menos de treinta años esos dos pequeños mosquitos transmisores del dengue, el Aedes aegypti y el Aedes albopictus, se han convertido en una amenaza para la mitad de la población mundial. Su migración, fuera de las selvas, ha transformado el virus en la más temida de las enfermedades tropicales. Al menos 2.500 personas están en riesgo de contraerla, sin que hasta ahora hubiera existido una solución capaz de detener su avanzada.
Este año la carrera por encontrar una vacuna contra el dengue escribió uno de sus capítulos más importantes. En noviembre pasado la farmacéutica Sanofi-Pasteur anunció que, tras dos décadas de investigaciones, el laboratorio había concluido los estudios que comprobaban que en América Latina su vacuna candidata era eficaz para prevenir en el 60,8% el contagio de cualquier tipo de dengue y además reducía en 80,3% el riesgo de hospitalizaciones. En otras palabras, le contaron al mundo que a finales de 2015 esta solución podría estarse comercializando en los países endémicos, principalmente en el sudeste de Asia y el trópico de América.
El aporte de Colombia, y de tres de sus más reconocidos investigadores, fue clave para conseguir el avance. Las condiciones geográficas del país, que permiten la reproducción de los cuatro serotipos del dengue, unida a la amplia experiencia de científicos como José Gabriel Carrasquilla Gutiérrez, Humberto Reynales Londoño y Luis Ángel Villar Centeno, expertos en el estudio de enfermedades tropicales, facilitaron la decisión de convertir a seis ciudades colombianas en nodo del estudio clínico para poner a prueba la eficacia de la vacuna experimental.
Desde los centros de investigación que dirigen, los tres científicos asumieron el reto de crear redes de investigación en nueve ciudades del país y, apoyados en instituciones públicas de salud y gobiernos locales, lograron convocar a 10.000 voluntarios a participar en el experimento clínico más grande que se haya realizado en Colombia.
Carrasquilla, doctor en epidemiología y salud pública de la Universidad de Harvard y director del Centro de Estudios e Investigaciones en Salud de la Fundación Santa Fe (Bogotá) se fijó junto a su equipo de médicos, enfermeras y bacteriólogos en Girardot (Cundinamarca) y el Eje Cafetero, exactamente en los municipios de La Tebaida, Calarcá, Montenegro y Armenia (Quindío).
El magister en epidemiología de la Universidad Javeriana, Luis Ángel Villar, director del Centro de Investigaciones Epidemiológicas (CIE) de la Universidad Industrial de Santander, concentró esfuerzos en Bucaramanga, y Humberto Reynales, doctor en medicina preventiva de la Universidad de São Paulo (Brasil) fue quien coordinó el trabajo en Acacías (Meta) y Aguazul y Yopal (Casanare).
De los 20.869 niños y adolescentes, de Brasil, Colombia, México, Honduras y Puerto Rico que participaron en este segundo estudio de efectividad, Colombia entregó casi la mitad de la muestra.
No era fácil coordinar el seguimiento de esa cantidad de voluntarios. La tarea necesitaba un seguimiento semanal a cada individuo, que se extendía por 25 meses. Si los niños no llegaban a los controles, las enfermeras hacían correría hacia las casas. Los investigadores cuentan que la respuesta de las familias al estudio fue tremendamente positiva. Los papás y los voluntarios se comprometieron con la investigación. La gente en las regiones sabe que el dengue es una enfermedad grave y están dispuestos a ayudar para encontrar una solución, pues muchos se enfrentaron la muerte de seres queridos con la epidemia de 2010.
Ahora que se acerca la posible introducción de la vacuna al país, los tres científicos coinciden en que este paso requiere cautela. Bien dice Gabriel Carrasquilla: “Ninguna vacuna va a acabar con el dengue. Esta solución aparece como una estrategia más de prevención. Colombia tendrá que reforzar las campañas para que la gente no deje de utilizar mosquiteros ni deje de eliminar las fuentes de agua donde se reproducen los vectores”.
Artículo tomado de: http://goo.gl/5PQ8LH