Esta traviesa zancudita, con cuerpo de lentejuelas, se pasea visitando los hogares buscando aguas lluvias depositadas para después soltar sus múltiples huevitos.
Esta fémina traviesa, después de alimentarse de nuestra preciosa y necesaria sangre nos deja enfermos y decompensados"
Cuento escrito por MatildenEchavarria, integrante de la Corporación Abuelos Cuenta Cuentos de la Biblioteca Fernando Gómez Martínez.
0 comentarios:
Publicar un comentario